El príncipe
El joven ciruelo
delgado como un junco
con las hojas
salpicadas de oro
me hace pensar
en un príncipe enfermo
si pudiera bailar
para él
como una concubina
y cantar con una boca
roja y tierna
las bodas floridas
de septiembre
y el verde traje
brillante de octubre
y los frutos redondos
y purpúreos de noviembre
si supiera
descorrer para él
los velos del futuro
y mostrarle
la blanca corona
que ceñirá su dulce frente
en un tiempo no lejano
con qué felicidad lo haría
aunque debiera
volverme yo misma
un engaño de la fiebre
una sombra danzante
en la tarde de otoño
De Flores que prefieren abrirse sobre aguas oscuras, Bajo la luna, 2008.
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