La Superficie
Tiene un agujero. No sólo donde me
concentro.
El río aún en bucles, adornándose,
hacia sus re-
formulaciones, frías iluminaciones, apretados
saltos
y remansos–mensajes susurrados que disuelven
al mensajero—
el río brillando en borbotones, fuentes.
Vítreos
olvidos en el río
de mi atención—
y el río de mi atención recostándose—
encauzándose,
rearmándose—luego de los saltos repentinos y bruscos
obstáculos—
y la superficie murmurando sus rizos bajo la atención del viento—
ondulándose al descansar en acumulaciones, suavizándose las permanencias
erráticas
del lecho
frío.
Digo iridiscente y bajo la vista.
Las hojas inmóviles son transportadas.
concentro.
El río aún en bucles, adornándose,
hacia sus re-
formulaciones, frías iluminaciones, apretados
saltos
y remansos–mensajes susurrados que disuelven
al mensajero—
el río brillando en borbotones, fuentes.
Vítreos
olvidos en el río
de mi atención—
y el río de mi atención recostándose—
encauzándose,
rearmándose—luego de los saltos repentinos y bruscos
obstáculos—
y la superficie murmurando sus rizos bajo la atención del viento—
ondulándose al descansar en acumulaciones, suavizándose las permanencias
erráticas
del lecho
frío.
Digo iridiscente y bajo la vista.
Las hojas inmóviles son transportadas.
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