Te voy a quitar la hegemonía de pensamiento recurrente.
Y te prometo que, además, te voy a quitar todo.
Pero antes tengo ganas de rascarme la espalda hasta que me arda.
Porque soy cansancio-consecuencia de siestas inquietas,
Soy ansieta y su saciedad tomando té-tras-otro.
Soy digestión de un -práctico- almuerzo en lata.
Soy proteínas y grasas saturadas, hoy,
y soy antojo de frutillas ácidas para manchar sábanas.
Estoy hartazgo de estas tortas,
de esta vista sin anteojos.
De esta vista sin panorama.
De este desahogo sin vómito.
De esta estaca mal clavada.
De este cuenco sin ambrosía.
Y puesto que soy olímpica,
mi justicia es arbitraria.
Y te prometo que, además, te voy a quitar todo.
Pero antes tengo ganas de rascarme la espalda hasta que me arda.
Porque soy cansancio-consecuencia de siestas inquietas,
Soy ansieta y su saciedad tomando té-tras-otro.
Soy digestión de un -práctico- almuerzo en lata.
Soy proteínas y grasas saturadas, hoy,
y soy antojo de frutillas ácidas para manchar sábanas.
Estoy hartazgo de estas tortas,
de esta vista sin anteojos.
De esta vista sin panorama.
De este desahogo sin vómito.
De esta estaca mal clavada.
De este cuenco sin ambrosía.
Y puesto que soy olímpica,
mi justicia es arbitraria.
Nací el 11 de febrero de 1983 en Córdoba. De carácter errante y propensa a las letras, condensé ambos aspectos incursionando en tres matices de la misma carrera.
De chiquita me gustaba escribir, aunque en aquel entonces narraba meticulosamente hasta llegar a la inconclusión -para que se identifique conmigo, figúrese usted, por favor, a alguien parado en puntas de pie pisando el borde filosísimo de un acantilado-.
De más chiquita, me gusta la poesía porque es un juego, una huelga y un medio masivo de incomprensión.
De chiquita me gustaba escribir, aunque en aquel entonces narraba meticulosamente hasta llegar a la inconclusión -para que se identifique conmigo, figúrese usted, por favor, a alguien parado en puntas de pie pisando el borde filosísimo de un acantilado-.
De más chiquita, me gusta la poesía porque es un juego, una huelga y un medio masivo de incomprensión.
7 comentarios :
Qué cierto lo que escribes.
Me gustó mucho y mucho más aún la frase que pusiste "Y puesto que soy olímpica,
mi justicia es arbitrari"
Bella.
rito emana sensaciones dispersas en mì, juego a las escondidas con las metàforas -còmo me gusta!- Traga y bota, no hay otra forma de materializar lo digerido, hasta verlo impotente frente a nosotros.
Un gran abrazo, Vincent
Porque eres y porque [lo] eres también
/aire/eco/vacio/ahogo/
Querida: Me declaro siervo de tu labio inferior
Melchor
Porque a pesar de tus muslos
de tu ángulo cervical
de tu espalda infinita
de tu lengua que se extiende por todo mi cuerpo cuando besas mujer
realmente
realmente
No sé que hacer contigo
un amante taciturno
Le dije que no le escribiría ningún poema, no se lo escribiré,
se lo haré en la cama, encima de la noche,
encima de su cuerpo, encima de su degrade infinito
Prometí no escribirle, pero se lo haría 4 veces más
sin palabra alguna
en 5 minutos eternos
de mucho amanecer aún...
Chicas de "Conestabocaenestemundo"...me dediqué a leerlas desde temprano, y desde los orígenes del maravilloso blog, no tengo palabras para felicitarlas por la magnífica selección de poetas, bellas poetas y bellos poemas.
Este poema y otro de Yolanda Pantín "Vitral de mujer sola", les uiero pedir permiso para subirlos a mi blog, que intenta ser un reducto de mujeres poetas, pero muy arbitrariio, porque subo los poemas que solo me gustan a mí...pero gustan y mucho. Les agradezco la hermosísima lectura que tuve hoy.
Besos a Andrea!
Gracias por tus palabras, tu lectura. Podés tranquila llevarlos y si podés cita la fuente. beso!
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