jueves

Amparo Arróspide(Buenos Aires, 1954)

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La casa del dolor

Es posible que el dolor sea una casa
de techo altivo y puerta con cerrojo,
donde estás tan a gusto, a veces,
que no escuchas el filo del acero
rasgando los tapices,
suspenso por el aire perfumado:
es heliotropo mezclado con azufre,
busca posarse en los rincones;
la ventana se alza
entre el límite y tú.
Arduo paseo, en el silencio las escuchas,
voces de otros tiempos,
leña para el dolor
siempre hambriento de ti,
exigente como un recién nacido.
Ya lo amas.
La puerta se entreabre y tú la cierras:
No hay nada que temer.


Presencia en el Misterio, Huemul, Buenos Aires, 1966.
Mosaicos bajo la Hiedra, Betania, Madrid, 1991.


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