EROSIÓN No quiero verte
no
tengo otro rostro
ahora
aquel
el que tú amabas
se quedó para siempre
en tus pupilas
DESILUSIÓN
Ametrallé turistas
por la liberación
de Palestina.
Masacré católicos
por la independencia de Irlanda.
Envenené aborígenes
en las selvas amazónicas
para abrirles paso
a la urbanización
y al progreso.
Asesiné a Sandino
a Jesús,
a Martí.
Exterminé Mai-Lei
para bien de la democracia.
De nada me ha servido;
a pesar de todos mis esfuerzos
el mundo sigue igual.
HERIDOS DE MUERTE
Al despertar
esta mañana
supe que estabas
herido de muerte
que yo también lo estaba
que están contados nuestros días
nuestras noches
que alguien los contó
sin contar con nosotros
que más que nunca
era preciso amarte
que me amaras.
Aspiré tu fragancia
te contemplé dormido
recorrí tu piel
con la yema de mis dedos
recordé a los amigos
que cumplieron su cuota
y están al otro lado:
el que murió de muerte natural
el que cayó en combate
aquel que torturaron
en la cárcel
y le echaba patadas
a su muerte.
Rocé tu tibieza
con mis labios:
heridos de muerte
amor
quizás mañana
y te amé más que nunca
y tú también me amaste.
Con el nombre de Claribel Alegría es conocida en el mundo literario Clara Isabel Alegría, quien fuera bautizada como Claribel por José Vasconcelos, de paso por El Salvador.
Poeta, narradora y ensayista, nació en Nicaragua pero se consideró a sí misma salvadoreña, ya que desde muy niña y hasta la adolescencia vivió en El Salvador. A los 18 años partió hacia Estados Unidos en donde se licenciará en Filosofía y Letras. Vivió en México, Argentina, Chile, Uruguay, Francia y Mallorca. Después del triunfo sandinista, en 1979 se radicó en Managua. Ha publicado más de 40 libros que incluyen poesía, novelas, un libro de cuentos para niños, además de testimonios históricos en colaboración con Darwin J. Flakoll, quien fue su esposo.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario