A mi papelera
Porque me has sido fiel
desde que mi memoria lo recuerda,
préstame tus oídos
y recibe mi confidencia:
creo que tú comprendes desde entonces
que pretendo escribir mi nombre a mi manera,
que deseo elegir yo sola el molde
y trazar sin ayuda cada letra.
Por eso ensayo, tacho, borroneo,
y te regalo páginas enteras
o hermosas pelotitas de papel.
Son tuyas más de las que yo quisiera.
No te asombre. Tú sabes que este oficio
de buscar la palabra verdadera
tiene extrañas,
sutiles herramientas.
Ayúdame a buscarlas
quedándote a mi lado, servicial, atenta,
hasta que alguna vez
ya vieja -tú-
desde tu imprescindible sitio veas
cómo logro escribir
tras una antigua puerta.
Y ahora sigamos.
Pero antes recuerda
que nunca como hoy
he valorado tanto tu prudencia.
de A la intemperie, 1984.
Porque me has sido fiel
desde que mi memoria lo recuerda,
préstame tus oídos
y recibe mi confidencia:
creo que tú comprendes desde entonces
que pretendo escribir mi nombre a mi manera,
que deseo elegir yo sola el molde
y trazar sin ayuda cada letra.
Por eso ensayo, tacho, borroneo,
y te regalo páginas enteras
o hermosas pelotitas de papel.
Son tuyas más de las que yo quisiera.
No te asombre. Tú sabes que este oficio
de buscar la palabra verdadera
tiene extrañas,
sutiles herramientas.
Ayúdame a buscarlas
quedándote a mi lado, servicial, atenta,
hasta que alguna vez
ya vieja -tú-
desde tu imprescindible sitio veas
cómo logro escribir
tras una antigua puerta.
Y ahora sigamos.
Pero antes recuerda
que nunca como hoy
he valorado tanto tu prudencia.
de A la intemperie, 1984.
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