viernes

DOLORES CASTRO (México, 1923)

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Algo le duele al aire



Algo le duele al aire,
del aroma al hedor.
Algo le duele
cuando arrastra, alborota
del herido la carne,
la sangre derramada,
el polvo vuelto al polvo
de los huesos.
Cómo sopla y aúlla,
como que canta
pero algo le duele.
Algo le duele al aire
entre las altas frondas
de los árboles altos.
Cuando doliente aún
entra por las rendijas
de mi ventana,
de cuanto él se duele
algo me duele a mí,
algo me duele.



Migrante II


Lanzado hacia la flor
de los vientos,
aun así
pediría una brizna de respeto
a mi dignidad.
Y desearía cerrar los ojos
y antes de dormir
ver una luz
un camino,
Una puerta abierta para mí.
Y en mis sueños
un rumor de palabras conocidas,
unas palabras que entienda: un buen deseo
una buena intención, un Dios te guarde.
Caminar en un lugar en donde pueda
ir libremente.
Un lugar en donde me conozcan
por mi nombre y mis hechos
en el buen tiempo, o bajo la tormenta,
por quien he sido, quien soy:
un hombre solo,
sólo un hombre.


Intelectuales S.A.



Mientras tú trabajas,
yo pienso por ti.
Y si tú sufres,
yo sufro por ti.
Y si tú no comes,
yo ya comí.
Y si te matan
Yo no morí.

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