Anoche nomás,
hace casi 30 años,
tenía un libro de Verne entre las manos,
cierta ansiedad al llegar a la tabla del 9
y una fascinación por la química
que no me ha acompañado hasta aquí.
Mi color era el rojo,
mi día, el viernes
y el verano, ese bosque,
mi teoría acuática de la felicidad.
En esta foto mi madre me lleva de la mano
y su roce es un túnel de regreso
a las mil tortugas de mi infancia
que gastaron un nombre siempre igual:
Cleopatra.
Tengo 10 años,
soy la mayor de cuatro hermanos,
duermo en un cuarto de muebles blancos
y en mi casa no se puede envejecer
(papá es cirujano plástico).
Temo no estar a la altura de lo inalterable.
Creo que, si Dios existe,
se esmera en ello los domingos
cuando mi abuela nos lleva a La Merced
y rezamos al Señor de los Milagros,
mareados en incienso,
oraciones importadas del Perú,
que repito aun dormida.
Nado bien, tiro al blanco
y cuando crezca
quiero dar la vuelta al mundo en bicicleta
aunque no llegamos ni a Cosquín en la última excursión...
La velocidad traga el resto del paisaje:
Sigo siendo esa urgencia.
"Flashback y versión de infancia" de: Monstruos privados (2006)
No hay comentarios. :
Publicar un comentario