miércoles

Marina Serrano (Quequén, Buenos Aires, 1973)

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Por la vereda


Es difícil seguir el paso de las tibias largas,
el centro de gravedad oscila más de lo habitual
y legitíma, en cada uno de ellos
esa parsimonia inherente a su estirpe aristócrata.

Pieles y volados circundan los hombros
destacan su cintura escapular y la cabeza erguida
hace ya tanto tiempo, en pos de la razón.

Las costuras y sus aperos
traccionan en cada zancada.

Cierta necesidad de permanecer en silencio
me interrumpe,
mientras ella respira.

de las Tibias Largas, Ed. Sigamos Enamoradas, 2008.


***
LIOPHIS POECILOGYRUS SUBLINEATUS

Una culebra cruza el río
leemos a Joyce sentadas en el puente
al atardecer.

Una culebra cruza el río
rápido, de costado, igual que en el desierto
nos miramos.

Si se mueve así
¿Cuánto demora en llegar a nosotras?

Una culebra cruza el río
desaparece entre los pastos
sin que se mueva un solo cilio
como si nada hubiera ocurrido.
Publicado en “El Jabalí”, revista ilustrada de poesía, nº 17, 2007.

***

¿Qué fuimos a ver, Simón...?


   ¿Qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento?
                                                                    Evangelio de San Mateo


¿Qué fuimos a ver, Simón, al otro lado del océano,
al otro lado de las nubes, arriba y debajo,
sino hombres que nos esperaban tranquilos
deteniéndonos con el esfuerzo mínimo que requiere
tensar un hilo de globo, patear hormigas,
levantar un insecto entre los dedos
y dejarlo caminar mientras la mano gira
brindando un nuevo horizonte tan efímero y cercano
como una cinta cerrada en sus dos puntas,
cinta de Moebius.
¿Fuimos, Simón,
adultos analfabetos de la gracia que no entendían nada,
nada de nada, los arrebatos de sí mismos?

Los reyes de los barrios marginales,
el kapanga de Villa Dálmine, el barrabrava de Boca
y los negros murgueros
cayeron detenidos por las manos predicadoras,
impotencia funcional de rodillas, tétrada de Celso.

Luego volviendo al sitio de origen
de su emperramiento e ignorancia, llenos de excusas,
contando lo poco que faltó, lo injusto,
hicieron alarde de un golpe fuerte, porque así somos, Simón,
gente que desborda fuerza, y es tan bruta
que no comprende siquiera el fracaso.

de La única cosa necesaria, Ediciones del Copista, Córdoba, 2012



 Participó en la antología de poesía argentina: “Hotel Quequén” (Sigamos enamoradas, 2006). En noviembre de 2006, publicó su primer libro de poesía “Formación Hospitalaria” (Sigamos enamoradas 2006) por el cual recibió una mención en el “II Premio Internacional de Poesía Revista Prometeo para Libros Publicados en Lengua Castellana” (XVI Festival Internacional de Poesía de Medellín 2007). Participó en la antología de cuentos: “Hotel Quequén II” (sigamos enamoradas, 2008) y en Poetas Argentinas (1961-1980), compilada por Andi Nachon (Ediciones Del Dock, 2008). “La diástasis de las tibias largas” obtuvo una mención en el Concurso Nacional de Poesía del Fondo Nacional de las Artes 2006, Argentina, y fue publicada en 2008.  Obtuvo una mención en el premio “Luis Tejeda”, 2010, por el libro: “Divulgación científica. Una breve selección de cuentos positivistas”.

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