Vida –dije- somos pocas
Vos y yo para gastarnos
En la inútil contienda
De confiar eternamente
En algo que no existe”
“¿Y qué haremos ahora?”, me dirás.
No sé.
Quiero sacarme
Estos zapatos blancos
Y dormir un rato
En la banquina.
Ya es de noche. ¿Ves?
Cuando
No se cae
eternamente
Se disciernen los días
De las noches
***
De una sala vacía
A otra sala
Un hilo tembloroso
Pende.
Ser leal a un
Hilo de palabras
Frágiles
Procurado por nadie.
Esa instalación no tiene
Dueño.
Si no la escucha el labrador de puentes
Si no la escucha
Y no es leal
Y no recoge
Con el borde mismo de su encía
Un leve acento
De alguien que bebió
Palabras sucias.
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