nadie nos dice cómo
voltear la cara contra la pared
y
morirnos sencillamente
así como lo hicieron el gato
o el perro de la casa
o el elefante
que caminó en pos d su agonía
como quien va
a una impostergable ceremonia
batiendo orejas
al compás
del cadencioso resuello
de su trompa
sólo en el reino animal
hay ejemplos de tal comportamiento
cambiar el paso
acercarse
y oler lo ya vivido
y dar la vuelta
sencillamente
dar la vuelta
..................de El Falso Teclado, 2000
Si esta línea viajara al infinito y se dilatara hasta convertirse en puro aire.
Si pudiera encontrar la puerta más estrecha. Un esguince, un guiño y reptar nuevamente sobre la arena. Súbita simiente, pez rey de la pezuña incipiente, cristalina, sin uñas, sin dientes, sin útero ni testículo. Sin agujero donde incubar memorias de la especie. Transparente tabernáculo abuelo de la entraña donde dormita el ojo ciego del ser.
Ángel novísimo, incapaz de cerrar los ojos que la velocidad ha desvelado. Cabellos al viento, aureola del vértigo. Mano-hélices-alas, y la bajada al légamo de una playa original y virgen.
.................................................................................de El Libro de Barro, 1993
Si esta línea viajara al infinito y se dilatara hasta convertirse en puro aire.
Si pudiera encontrar la puerta más estrecha. Un esguince, un guiño y reptar nuevamente sobre la arena. Súbita simiente, pez rey de la pezuña incipiente, cristalina, sin uñas, sin dientes, sin útero ni testículo. Sin agujero donde incubar memorias de la especie. Transparente tabernáculo abuelo de la entraña donde dormita el ojo ciego del ser.
Ángel novísimo, incapaz de cerrar los ojos que la velocidad ha desvelado. Cabellos al viento, aureola del vértigo. Mano-hélices-alas, y la bajada al légamo de una playa original y virgen.
.................................................................................de El Libro de Barro, 1993
Puerto Supe
........................................a J.B.
Está mi infancia en esta costa,
bajo el cielo tan alto,
cielo como ninguno, cielo, sombra veloz,
nubes de espanto, oscuro torbellino de alas,
azules casas en el horizonte.
Junto a la gran morada sin ventanas,
junto a las vacas ciegas,
junto al turbio licor y al pájaro carnívoro.
¡Oh, mar de todos los días,
mar montaña,
boca lluviosa de la costa fría!
Allí destruyo con brillantes piedras
la casa de mis padres,
allí destruyo la jaula de las aves pequeñas,
destapo las botellas y un humo negro escapa
y tiñe tiernamente el aire y sus jardines.
Están mis horas junto al río seco,
entre el polvo y sus hojas palpitantes,
en los ojos ardientes de esta tierra
adonde lanza el mar su blanco dardo.
Una sola estación, un mismo tiempo
de chorreantes dedos y aliento de pescado.
Toda una larga noche entre la arena.
Amo la costa, ese espejo muerto
en donde el aire gira como loco,
esa ola de fuego que arrasa corredores,
círculos de sombra y cristales perfectos.
Aquí en la costa escalo un negro pozo,
voy de la noche hacia la noche honda,
voy hacia el viento que recorre ciego
pupilas luminosas y vacías,
o habito el interior de un fruto muerto,
esa asfixiante seda, ese pesado espacio
poblado de agua y pálidas corolas.
En esta costa soy el que despierta
entre el follaje de alas pardas,
el que ocupa esa rama vacía,
el que no quiere ver la noche.
Aquí en la costa tengo raíces,
manos imperfectas,
un lecho ardiente en donde lloro a solas.
.................................(de Ese Puerto Existe, 1959
Tras obtener el premio Octavio Paz en 2001, Blanca Varela ha sido galardonada con el premio García Lorca, el de mayor dotación económica de los premios de poesía de habla castellana, que se entrega en la ciudad de Granada, en España. Nacida en Lima, Perú, en 1926, Blanca Varela es autora de libros como Ese puerto existe, Luz de día, Valses y otras falsas confesiones, El libro de barro y Ejercicios materiales. Sobre esta poeta de gran dominio formal ha escrito Mario Vargas Llosa: «su poesía es un modo de resistencia contra la adversidad…, una poesía que se debe leer, sentir, meditar y escuchar hasta la lenta penetración de sus secretos». Al margen de la figuración y de las vanidades humanas, Blanca Varela ha construido una obra de gran riqueza expresiva y verbal. Según numerosos críticos su voz poética es una de las más importantes de América. Blanca Varela estuvo en Francia en 1999, cuando se editaron en París traducciones de dos de sus libros.
1 comentario :
hace poco conoci la obra de blanca varela y me parece desomunal y muy aguda, una observadora en forma de poesia de la contemporaneidad y el futuro. Mucha sensibilidad
"nadie nos dice" me parece genial
saludos
Publicar un comentario