Soy una manada salvaje
Sálvame sálvame me he roto
Pero no sé para qué
Excepto para darte placer
No sé para qué otra cosa
Así que duerman, mis pequeños
En la noche blanca y fría
Oh, la noche, en mí, en mí
tengo la noche dentro de mí
Oh, duele como si se me rompiese adentro.
llega el olor a alma podrida.
Y lo ensucia todo.
Tu suave contorno que imagino.
Tus tiernas
caricias antes de dormir,
mientras se calienta la cama.
Se escuchan tubos
con gases, de máquinas.
Imagino el mal, la muerte
sonando.
Chocando contra las paredes.
Equivocándose de edificio.
Llamando a mi puerta.
Dónde quedan las
caricias perdidas
entre esta nube de polvo
de cenizas de muertos.
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