¨No comiste del loto del olvido
-el homérico privilegio de los dioses-,
porque sabías ya que quien olvida se convierte en objeto inanimado
-nada más que en resaca o en resto a la deriva-
al antojo del caprichoso mar de otras memorias.
Y así escarbaste un día en tu depósito de sombras congeladas
y volviste a anudar con tiernos ligamentos huesecitos dispersos¨.
Olga Orozco, fragm. poema VI. Cantos a Berenice.
Foto: Juan Travnik.Goose Green, huella de impacto de avión.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario