viernes

Verónica Zondek. (Santiago de Chile, 1953).

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Valdivia nació cuándo / por qué / quién sabe
entre añares muchos y ajuar dubitativo.
Pero sí
con ella fatal
soñé fecunda
en ahora tiempos que corren dispersos.
Vine
rompí mis aguas con su solo cráneo
y contenida
emergió ella y no otra
sino una posible engendro
una entornada
una más monstruo y ángel a la vez.
Viajé de ida y vuelta entre sus pliegues vegetales
arropada y entera
en feroces lujos y míos ahora.
Tomé por asalto mi costado entero
y humedecí /mojé sin piedad ni lloro
el nacimiento precario y desnudo de sus pies.
Entró / salió de mi cuerpo en largos añares de luz
y nunca amasó ni leudó su materia
hasta que un día
enrabió mi cuerpo y volcose para poseerla.
Ahora
en medio de sus gualves y juncos
bebo sin sacio un jugo tan suyo
que no otra sino la niebla
envuelve y repuja mi juego de escondidas
en perfecta y fantasmal geografía.
Oscura y profunda la noche.
Grande
la tristeza matinal.
Verdes
los que pispan en red de males y compleja definición.

Quién sabe qué vio mi vientre que aquí fondeó.
Quién sabe por qué / cuándo/
cuando trucó su dominio en país /
isla /
mundo /
..... telaraña.
Quién sabe por qué / cuándo/
por qué aquí y no allá
si tanto tanto anduve tanto
prófuga y entera
con el tobillo sufriente profundo en lo real
en suelos buenos y de otros y lejanos en el tiempo.
Cómo es que el hoy es ya siempre y duda no hay más
ni por nada se mueve el deseo / el tronco / la estaca.
Al fin me detengo en este río que refulge
y no cesa / no interrumpe/
no frena su acontecer.

Extraña ya no más y vea Ud.
en tierra tan roja de sangres tan muchas
(por políticos crímenes y pasionales)
(por presumidos invasores y Sres. de la verdad)
es que se tejen urdimbres y
dale que dale que dale al huso
a las siembras de enorme cosecha
y nadie piensa /no
en el vecino del frente / del lado / de más allá.
Igual
anudo las hebras de este engranaje
a mi costilla mía y no la de Adán
y no escapo el viaje / no
entre los bajíos / los muelles / los versos
y también entre estos humedales
otrora tierra firme
que ya se piensan ellos que los patos / los cisnes
las aves guairaos / y también las garzas
son personales y privada propiedad
por siempre
por rebalsarnos el ojo
el expuesto a ellos
el expuesto sempiterno a la destrucción irreversible.
Un día una cosa y al otro otra
a la deriva en infinitos de turbia distancia
de confusiones
de brumas embancadas
de senderos y caminos que serpentean
de ciclistas difuminados al pincel e invisibles
de camiones cargados con infamia talada
de mapuches sentadas en la vereda
el canasto abarrotado

cilantro /
merkén /
choclitos /
porotos /
sinhilas

y otros y otras de humitas / papas rellenas
en también canastos
ellas de pie
las señoras del barrio
y bueno
los botes pintarrajeados
para llamar / tragar al turista.

Busco andurriales entre incendio e incendio
y fuegos y lenguas que destruyen
que abandonan lo ciertamente cierto
en medio del lujo
casino / gran hotel / multitiendas / discursos hueros
puentes anunciados y promesas en brote
quién sabe por qué
para qué yo
ahora e incrustada
entre humos parlanchines y choroyes y
tragos tinteros a medianoche
mates
al pie de la cocina
y palabras más o palabras menos
y palillos
que incansables tejen la frazada
porque hijos /
mermeladas / picantes /
frascos llenitos de un cuantohay en la despensa
amasijos de pan
y lloros por tiempos que arrasó el viento
tuve
e igual
escucho y con dolor en flor
la carcajada del fraude enorme
hoy aquí
sobre estas aguas.
Pues es así como me fugo
de cuanta hoguera veo en desquicio
y elijo
elijo con la testa mía bien puesta
y el cuerpo y el alma aupada a la espalda
fijar la vida en el azul / anaranjado hogar del domo
en esa mano de mujer sobre el remo
en esa mano de hombre que aprieta la cuchilla
y entre ríos y mares anclo mi barcaza al vientre
siempre allegada y en busca de alpiste
siempre un paso atrás para bien mirar
un ojo bizco para entrever lo otro
y planto el pie / me incrusto de bruces
y ahora
qué resta sino arder /
llagarme con sal de llanto seco
y reírme cual hiena frente al vaivén de las verdihojas
o el opalino colchón de los mares.
¡Y qué cielos amigos del profundo
tan bajos / tan mullidos y pesadumbre !
Difícil prevenir y difícil distinguir
cuándo
cuándo es que se desploma/quiebra la ficción
y corre por un mar negro el pájaro desorbitado
y la ley ya no rige para el rey
y la calle
no es sino una cuenca estrecha
en el brazo del inmundo río al galope.
Ahora se arenga el cuerpo entero por el talón
a monta-pelo sobre una potranca hasta topar el
horizonte
que más cerca parece o desaparece
aunque detrás del vidrio pispe yo y arropada.
Así corre de boca en boca la noticia
torbellinos de lenguas y lenguas y lenguas
enrevesadas / ligadas / juntas / ensambladas en la
cocina
qué fue / qué pasó / quién clavó a quién y por qué.
Es que perdida en las brumas entro a la casa
y encuentro la mesa arrimada a la estufa
la radio que balbucea / ronronea / escupe contingencias
y traigo mis troncos / mis libros / mis jergas
y cunden los incendios /
las llamas / las lumbres
las otrora sin control hasta la siguiente
porque aguas y barros hubo en descensos /galopes de
trueno
y borrón y cuenta nueva entre dolores y alaridos
y también la destrucción por movimientos de tierra
y antes / y antes / y un poco más antes también
y ahora / y otra vez / y para siempre parece
y de nunca acabar / seguro de nunca acabar
esta mano que veo
esta mano
para las codicias que entran en tierra derecha
talas / basuras / riles contaminantes
desarmado del mundo para engrandecer la Cía.
manifestaciones
pancartas /gritos / megáfonos / otros
y nada importa
nada importa
porque qué pueden ellos
cuando los hechos / la cicatriz / la herida
la nada que cura / la que salva el paso
crece / florece
entre tanta iglesia e iglesitas
entre tanto cura / pastor / padrecito que merma la
incertidumbre
y bencineras / bancos / farmacias
para encapsular el desamparo / la rabia que agujerea
el estómago.
Por eso y ahora
mi cocina es mi bati-cueva
mi lugar de encuentro / los amigos /
el reino alimenticio / el antro del libro tibio
y revuelvo la olla / tejo los hilos / bordo
trabajo un pensamiento / calo un habla /
zurzo ideas / movimientos / empujes más allá del
glamour
y deseo qué estrangular la codicia
la codicia
la codicia
la codicia tan arma mortal de cocimientos hechos a
mano /amistad.
Esta estocada retumba en oídos tardos
porque soy / es la loca del pueblo
ciudad / país / mundo planetario
y todo igual
mismas leyes / misma loca hablando mismas cosas
aquí o acullá
escribo / escribe sandeces
pienso / piensa
garabato a garabato a garabato
qué debo / debe qué decir
y duele lo que llaman el alma
la impotencia mía / la tuya / la nuestra ante ellos
la indecencia del cuerpo que se abre de patas
la puta o el puto que los parió
y los / nos dejó en deambulo hondo cancelando deudas
acumulando porque sí
más
siempre más
aunque todo se vaya a la mierda
y este paraíso terrenal posible
revuelque su interior en agonías
e intente como pueda el sacarse de encima a los tábanos
de quitarles el cuerpo
para ver si mueren
de sangre malcriada mueren
o mueren de hambre
aunque no hay tu tía
porque codicia
codicia es la palabra de este siglo y del que pasó
y también del de antes y del de antes más antes
y hasta cuándo e irrefrenable el movimiento
proyectado hacia adelante cuando hoy es hoy
mañana ya no mi cuerpo ni tus ojos ni nuestras manos
y tan escuálido el terreno
y tan programada la semilla
que plantar tomates /
lechugas / arvejas se hace necesario
y necesario el pozo /
el agua
y salvar algo
algunita cosa del pútrido que invade
hacer pequeña isla
para en tierra / región / mundito /
cobijar la vida de las intemperies
no miedos / entusiasmos / trabajo posible
enemigos fuera de la mira / lejos
porque volver
volver al entre sábanas y medianoche
es volver de pura y santísima verdad.
Abandoné la gran ciudad
donde también habita en disfrazado y con sazón
el fantasma sin rostro y/o encapuchado
la prepotencia suya / el olvido rojinegro.
Y ojos hay

ahí
mamita en dolor
y boca en cicatriz muda
y oídos también bermejos /
bullentes /
infectos.
Entonces vine
vine y me cobijé bajo cinco mantas y una más
donde sé
soy
sólo mujer / hija de mujer y hombre
apenas un detalle en el ala celeste
apenas gorgojo encendido entre el trigo
pues ciudad andada es esta
de aguas en furia o en calmos
para servir o matar según el ciclo
y montes de tejido vivo
y recuerdos del entonces
del nunca jamás y el para siempre.
Volví con estrépito al había una vez
y el cuento es sólo uno entre muchos
que otros hay y vendrán
entre tanta lombriz carnicera en trabajo plenario
porque toda ilusión se pudre y su rostro verdea
en rincón de odios y amor.
Vejez
tranco lento
verbo asiduo
y escuchar / mirar / saber los gustos profundos
porque esto se acaba señoras y señores
esto se apaga en un hoyo acurantado
y luego la tierra lo germina
y la lujuria / el pillaje / la codicia
clavan
clavan
clavan en finísimo su filo yugular
y motín a bordo / tierra a la vista
señoras y señores
ahora en mierda propia y no otra
y nada
nada sino descanso hasta el fin
entre nubes cancheras
y correlé / correlé /correlé
correlé que te van a pillar
y ya no más
sino palabras al cierre.

de LA CIUDAD QUE HABITO(Corporación Cultural Municipal Valdivia, Valdivia, 2012)

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